domingo, 30 de enero de 2011

Cronología Nostálgica De Cuna



".... como una cuna.
Coleccionista de detalles, de momentos sublimes apilados en estantes;
   desordenados;
               que crean mi carácter,
                                               mi visión,
                                                             mi vida.
... como una cuna".

De cuando la realidad excede al lenguaje. Y a la imagen.

Aguada, latex, tinta y pastel sobre papel.
45 x 63 cm 

miércoles, 19 de enero de 2011

Venus de Willendorf


La vi pasar, como cargando millones de estrellas en el buche,
Bella, como lapacho blanco en flor.
            Las plumas forraban el suelo como un rebaño de abejas formando una alfombra marrón y verde
                        pesada
                                    prolijamente acomodada.
El viento no se atrevía a invitar a planear a ninguna de ellas.
            Porque yo recuerdo.
                                            Recuerdo sus colibríes, sus perdices.
            Recuerdo la candida sonrisa de los ancianos sentados en la vereda. Saludando.
            Recuerdo la noticia al salir del colegio de un disparo de escopeta en el desván de una casa,
              como recuerdo la armónica, los patos, el rosal, el piano.
            La parra, rebosante, sujetando cansada, los racimos verdes de la uva dulce, jugosa, que generosamente me convidaban aquellos atardeceres y que yo devolvía en palta.
            Los hielos de jugo de naranja en las siestas de verano,
            los caramelos, y las plegarias por un trueque de vida,
                                                                                                  las cuales imitan inútilmente, por instinto, los mamboretáas.
Y, como ella, recuerdo todos los tangos, las galletas y un ligero sabor a queso fundido;
 también los botones;
                                los gorriones los robaban para souvenir.
Anoche hablé con ellos,
se presentaron casi como lenguas de fuego cabalgando en pelo,
les coloqué las riendas y los estribos (aunque a veces prefiera olvidarlos tirados, como aprendimos a olvidarnos ambos las espuelas) y dejé que el viento haga los suyo.
                                                           Aquel lapacho no dará flores sepia.
Hoy la veo pasar cargando millones de estrellas y repartiéndolas en la tierra.
                        Siempre lo hizo.


Esta estatuilla es considerada una de las primeras manifestaciones religiosas del hombre. Se estima que fue realizada hacia el 25000 a.c. y aunque todavía se discuten las posibilidades de su carácter simbólico me valgo de ella para rendir homenaje en el día de su nacimiento, como en el de muchas otras cosas, a mi nona (descartando parámetros estéticos actuales). Madre y mujer por excelencia. Tana.
El epígrafe trata de ella y de una infancia de barrio.
Espero sean de su agrado.